miércoles, 6 de marzo de 2013

Senderismo, salida el 10 de Marzo


Salida “RUTA DE LOS OFICIOS” en Pinilla del Valle
DOMINGO  10 DE  MARZO  2013

Punto de Partida : Casa de la Cultura de Pinilla del Valle

Hora : 11’ 30 h de la mañana

Duración : 2 horas. Dificultad  Baja . 4' 82  Kilómetros.

Material :  Botas o zapato cómodo
  Ropa de abrigo
  Bocadillo o comida para comer  y Bebida

Recorrido: Se adjunta toda la información. Es una ruta que no hemos realizado nunca pero está muy señalizada.

Cómo llegar al punto de partida: A Pinilla del Valle se accede por la A1, la salida 69 hacia
M-604/Lozoya/Rascafría. En la rotonda, toma la primera salida e incorpórate a M-604 en dirección Rascafría, trascurridos 20 km por esa carretera, gira a la izquierda por la carretera M-973 y circula durante 1,2 km por esta carretera hasta Pinilla del Valle. Se encuentra a 94 km de Madrid



En el municipio de Pinilla del Valle, en el corazón del valle del Lozoya, se encuentra este bello itinerario que combina el excursionismo y la cultura popular. La Ruta de los Oficios rememora los oficios tradicionales de la sierra, como el de herrero, molinero, pastor o carbonero, en sucesivas paradas que desvelan los detalles de aquellas ocupaciones.
Los oficios han ido variando a lo largo de los tiempos y adaptándose a medida que las sociedades tenían nuevas necesidades. La gente de la sierra siempre tuvo oficios apegados a la tierra, asociados a los recursos naturales que ofrecían las montañas. Algunos de estos oficios ancestrales se han perdido, como el de gabarrero o carbonero, y otros subsisten porque siguen siendo imprescindibles en este tecnológico siglo XXI, como el de herrero, apicultor o ganadero.
Los vecinos de Pinilla del Valle decidieron hace tiempo que los oficios de ayer no debían caer en el olvido y que deberían ser un legado a conservar, sobre todo para la gente joven que nunca los ha conocido. Con este motivo celebran cada verano suFeria de los Oficios y Tradiciones, que se complementa con la denominada “Ruta de los Oficios”, un bello itinerario que se puede realizar en cualquier época del año y que, en sucesivas paradas, muestra los pormenores de  aquellas labores hoy casi extinguidas.

Inicio del recorrido

El itinerario empieza en la antigua fragua, hoy transformada en Casa de la Cultura. Allí se conservan los útiles típicos de esta actividad: el fuelle, el yunque, la pila, el potro y algunos de los objetos que producía. Los herreros trabajan calentando las partes del hierro y modelándolo con el martillo. El herrero era indispensable en el pueblo, pues servía para crear rejas, bisagras, clavos, utensilios de cocina, así como para clavar y poner herraduras a los caballos.
Saliendo del pueblo por la calle del Chorro hacia arriba, cruzamos la carretera y llegamos a la calera, donde quedan los restos del horno donde se introducía la piedra caliza y se quemaba hasta obtener la cal para la construcción.
Tomamos el camino que bordea el río de Los Hoyos, junto a la carretera de acceso a Pinilla. Llegamos a un área recreativa, que cruza el río por el puente de madera y atraviesa la carretera por un túnel-puente sobre el mismo río. Las indicaciones nos llevan hasta el molino harinero del Navazo, reconstruido en 2007. En su interior conserva la misma estructura y antigua maquinaria del siglo XVIII,que estuvo funcionando a pleno rendimiento hasta 1971. Sobre él se encuentra el depósito de agua que permite su funcionamiento.

Tejeros gallegos

Continuamos por la pista dejando el riachuelo a la derecha, no tardando en alcanzar la tejera, que se refiere al lugar donde se confeccionaban las tejas para el arreglo y construcción de tejados. Según el panel explicativo, la labor la solían realizar emigrantes gallegos que se pasaban la temporada veraniega (del mes de mayo al Pilar) fabricando tejas, ¡nada menos que unas 30.000!.
Oficios conservados
Seguiremos subiendo hasta encontrar la baliza nº 14, donde debemos abandonar la pista, para adentrarnos en el robledal tal y como señalan una sucesión de placas rojas sobre los troncos. Más arriba se encuentra el recordatorio de una profesión que sigue vigente hoy en día: el guarda forestal. Estos profesionales nacieron  en 1877, con el objeto de hacer cumplir las leyes que protegen los bosques y la naturaleza, una labor que sigue siendo imprescindible hoy en día.
Al finalizar la travesía del bosque llegamos a una pista. Tomada a la derecha, se pasa por un cruce de caminos, donde cogemos el ramal de la izquierda. Llegamos al punto más alto de la ruta, donde ya divisamos la siguiente parada de nuestro recorrido, al abrigo de unas rocas: la majada del pastor. El oficio de pastor era una de los más difíciles de antaño.
A la soledad propia de la vida pastoril y las inclemencias del tiempo había que añadir el mal comer y el mal dormir durante la temporada veraniega en un chozo donde apenas se podía estar de pie. A esto habría que añadir la presencia periódica del lobo que, no lo olvidemos, ha sido el gran enemigo histórico del pastor. Hay que observar que los últimos ejemplares de la sierra del Guadarrama fueron cazados en los años 50.

Fabricación del carbón
Las marcas rojas de la ruta nos adentran en el espeso robledal, que se abre para dejarnos ver la carbonera. El de carbonero ha sido uno de los oficios más arraigados en la sierra de Guadarrama, pues las calderas madrileñas demandaban mucho combustible en la época invernal.
La elaboración del carbón con la madera del roble ocupaba a bastantes familias en el valle del Lozoya y se realizó de forma ininterrumpida hasta los años 60, cuando se perdió el oficio por ser más barato el carbón mineral. El oficio de carbonero dependía de las estaciones: entre noviembre y mayo las cuadrillas de carboneros cortaban los robles para enterrarlos en el horno, prenderlo y, tras una lenta combustión, obtener el carbón. Cada diez años se cortaba una mata, que después de subastada y cocida la madera se conseguían 20.000 arrobas de carbón.
Desde la carbonera se alcanza una pista que debe tomarse a derechas, para alcanzar la última parada de esta ruta, que es la pared seca. Se trata de la técnica con la que se levantaron cientos de kilómetros para delimitar fincas y demarcaciones, en la que no se usaba ningún tipo de cemento ni argamasa. Las piedras, cortadas o no, se encajaban buscando una correcta y adecuada disposición, intentando encontrar el máximo contacto entre las piezas.
Bajando por la pista se llega de nuevo al puente sobre el río de Los Hoyos y de ahí al punto de inicio en Pinilla del Valle.

TIPO DE RUTA: Circular. 
LONGITUD: 4,82 kilómetros
DURACIÓN APROXIMADA: 2 horas
DESNIVEL:1.106 - 1.328 metros 
DIFICULTAD: Baja.

RECOMENDACIONES:
A Pinilla del Valle se accede por la A1, la salida 69 hacia M-604/Lozoya/Rascafría. En la rotonda, toma la primera salida e incorpórate a M-604 en dirección Rascafría, trascurridos 20 km por esa carretera, gira a la izquierda por la carretera M-973 y circula durante 1,2 km por esta carretera hasta Pinilla del Valle. Se encuentra a 94 km de Madrid




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