Punto de Partida:
Zona recreativa del Embalse de Picadas. Pelayos de la Presa (aprox. a 50 Km. de Madrid).
Zona recreativa del Embalse de Picadas. Pelayos de la Presa (aprox. a 50 Km. de Madrid).
Hora: 11,00
Características
Ø Tipo de marcha: Ida y vuelta
Ø Kilómetros : 13 km.
Ø Dificultad: baja (apta para
carritos de niños)
Ø Desnivel acumulado: 10 m.
Ø Duración: 3,5 horas (sin contar las paradas para
comer)
Equipación:
Ø Botas o calzado
cómodo: A ser posible, botas de montaña.
Ø Prenda de abrigo e
impermeable (en su defecto paraguas), guantes y gorro.
Ø Comida y agua.
Cómo Llegar :
Vamos por la carretera de los pantanos (M-501), casi
hasta llegar a Pelayos de la Presa.
Cuando llegues a la rotonda de Pelayos , se gira
180º y te vuelves por donde has venido, pero solo unos 300 metros. ya que
enseguida veras un camino hacia la derecha que te indica la entrada a la zona
recreativa del Embalse de Picadas (a los pies del Embalse de San Juan). Allí
podemos aparcamos nuestro vehículo. Estamos más o menos en el Km. 50.
Esta
ruta discurre por la vía abandonada de un ferrocaril de vía estrecha que nunca
llegó a funcionar. Este tren pretendía unir la línea Madrid - Almorox con el
oeste peninsular a través del valle del Tietar. La distancia total son 13
kilómetros, a priori parecen muchos, pero son muy cómodos de hacer, si se lleva
niños muy pequeños, la mochila portabebés o el carrito son buenas soluciones.
Desde
el aparcamiento, tenemos que empezar con una pequeña subida para alcanzar la
plataforma ferroviaria, una vez arriba vemos una barrera para vehículos y a nuestra
izquierda las instalaciones de la Real Federación Española
de Piragüismo en
lo que fue el antiguo apeadero de San
Juan. Durante tres kilómetros iremos por la orilla derecha del
Alberche, sin ninguna complicación y con la posibilidad de disfrutar de las
vistas del embalse de Picadas. Con suerte y dependiendo de la época del
año, podremos ver saltar a los barbos y, por qué no, a
alguna águila acechándolos.
Después de esos tres kilómetros, nos encontramos con un viaducto
que nos lleva a la orilla contraria del pantano. El camino continua hasta
llegar a un pequeño aparcamiento, muy utilizado por pescadores, donde nos
encontramos con otra barrera para impedir el paso a vehículos, continuamos
nuestro camino por la plataforma, no sin antes encontrarnos una señal que nos
advierte de posibles desprendimientos por lo que debemos tener algo de cuidado
al pasar por estas antiguas tricheras, ya que aparte de las señales, por el
camino se pueden observar algunas rocas caídas.
Durante
un kilómetro y medio, pasaremos por pequeños puentes hasta llegar a un túnel
excavado en la roca, podemos evitarlo pasando por una pista que sale a la
derecha, pero el túnel solo tiene 100 metros de largo y se puede pasar sin
problemas aunque no se tenga linterna, siempre se ve el final
del túnel y a los niños le llama bastante la atención, es
como entrar en una cueva!! Al salir del túnel, continuamos por la
plataforma, pasando por otros dos viaductos. En esta zona el embalse se
ensancha y ya se parece más un embalse que a una laguna alargada por el
estrecho valle. El final está cercano. Llegamos al muro de la presa, desde
donde se puede observar la verdadera profundidad que tenía el cañón del río
Alberche. El lugar es realmente precioso. La vuelta la realizamos por el
mismo camino.
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